La crisis de los diarios estadounidense es comparable con la de la industria automotriz con la importante diferencia que ningún periodista o director de medio digno podría aceptar una fianza (bail out) por parte del gobierno... y que nadie se ofrece para proporcionar el dinero. Como siempre, sin embargo, las amenazas no impiden la presencia de oportunidades para quienes están dispuestos a considerarlas como retos: el abandono del papel, por ejemplo, o la publicación para teléfonos celulares.