El líder socialcristiano León Febres-Cordero no debió viajar a Tampa (Florida), el pasado lunes 1 de diciembre. Tenía que haberse marchado una semana antes, según la recomendación de los médicos del centro oncológico Moffit Cancer Center. Pero él no podía irse, según dijo a su familia, sin arreglar sus temas ‘pendientes’.