La Casa Blanca advirtió ayer que intentará evitar a toda costa la quiebra de las mayores automotrices de EE.UU. tras el fracaso en el Congreso de un plan de rescate al sector, y junto al departamento del Tesoro anunció que estaban considerando usar parte de los 700.000 millones de dólares del fondo de rescate financiero para apoyar al sector automotor.