La lista fijada por el Gobierno es criticada y se pide que el control se centre en los proveedores.
Blanca Céspedes trabaja 35 años en su negocio de abarrotes, ubicado en el tradicional mercado de Santa Clara. En su pequeño pero bien abastecido puesto se aprecian azúcar, aceite, arroz, fideos, productos de primera necesidad a los que el Gobierno acaba de incluir en una lista de precios máximos.