| Fotos: cortesía SharkwaterUn documental expone el multimillonario negocio de las aletas de tiburón y promueve la defensa de los escualos. Larisa Cevallos, nuestra colaboradora en Australia, vio este filme que se estrenó  allá el 15 de mayo. Sharkwater es un documental escrito, dirigido y filmado por un joven fotógrafo canadiense. Es un viaje personal, dice él, por la pasión de su vida. Con un ritmo pausado, el filme muestra imágenes submarinas de impresionante belleza y sobrecogedora imponencia. Un poderoso soundtrack respalda la fuerza de las imágenes y le pone la intensidad final de mano de nombres como Aphex Twin, Portishead y una estupenda Nina Simone capaz de pararle los pelos hasta al más insensible. El tema de fondo: una denuncia. El aleteo de tiburón consiste en cortar las aletas del escualo, vivo, y devolver el cuerpo al mar. Esto porque su carne tiene un valor ridículo en relación con las aletas, que se venden a precios astronómicos para satisfacer la demanda de sopa de aleta de tiburón, especialmente de los mercados asiáticos. Amor por los tiburonesRob Stewart, director, productor y protagonista de Sharkwater, es canadiense, amante del mar, fotógrafo, biólogo, tiene solo 27 años y su pasión por los tiburones lo ha llevado a documentar el mundo marino desde los 13, contribuyendo para Canadian Wildlife Federation’s Magazines, BBC Wildlife, Discovery Channel, ABC, y otros. Cuando Rob está comprometido con proyectos que involucran fotografía submarina o filmación puede pasar hasta 200 días al año debajo del mar. Lo que empezó como una idea romántica de mostrar la perfecta armonía entre el tiburón y el océano se convirtió en una descripción visual tétrica de lo que pasa con esos animales luego de ser despojados de sus aletas y lanzados al mar para morir en el fondo. El documental tomó casi cinco años en ser filmado y es un viaje alrededor de quince países, donde el tema central son Isla del Coco, en Costa Rica, y las islas Galápagos. Los 89 minutos que dura pasan volando y giran en torno a la belleza y vida del azul profundo, enfrentando la extinción del tiburón, a cargo de mafias descontroladas e insaciables de riqueza. Uno de los fundadores de Greenpeace cuestiona en el documental: “¿Qué les dejamos a futuras generaciones? ¿Qué dirán de nosotros... que fuimos unos bárbaros, unos depredadores? ¿Cómo no pudimos darnos cuenta de que los recursos son limitados?”. Sharkwater está siendo estrenado en algunos países. Ojalá que las cadenas de cines de Costa Rica y Ecuador lo estrenen también. Sería fantástico que colegios y universidades lo muestren a sus alumnos como caso de estudio y análisis inminente en su proceso de aprendizaje. Paul Watson, el defensor de vida silvestre más agresivo, activo y efectivo del mundo desde hace 30 años, dice: “Si no podemos salvar las islas Galápagos, entonces démonos por vencidos con el planeta Tierra”. Entrevista telefónica con el directorPregunta: ¿Cómo surgió la idea de hacer el documental y cómo lograste contactarte con Sea Shepherd para que fuesen parte del proceso de filmación?Respuesta: Hace pocos años fui a las islas Galápagos para fotografiar escuelas de tiburones martillo. Cuando llegué a las islas del norte lo que encontré fueron 200 tiburones muertos sin aletas en el fondo del mar y largas líneas de anzuelos, técnica de pesca ilegal conocida como palangre, tiburoneo o long line, prohibida en Galápagos. Fue entonces cuando me di cuenta de que los tiburones están realmente en problemas. Tomé la decisión de trabajar para Galápagos por un año, escribiendo artículos, informando lo que pasaba, tratando de educar a las personas a través de mi fotografía, incluso trabajé para la estación Charles Darwin, tratando de conseguir fondos para adquirir un bote que patrullara las islas, pero al final no recibimos donaciones y fue cuando decidí hacer algo por mi cuenta para ayudar a la conservación de los tiburones. Entonces me informaron que Sea Shepherd donaría un bote para patrullar las islas, los contacté. Les conté sobre mi proyecto de hacer un documental y me invitaron a bordo de una de sus embarcaciones que tenía como destino Costa Rica y Galápagos. Invertí en equipos profesionales de filmación, llevé conmigo a dos amigos y empezamos este viaje que es Sharkwater sin ninguna experiencia, solo ganas. P: Cuéntanos de tu amor por los tiburones.R: Los tiburones han estado en el planeta por 400 millones de años, son los últimos dragones, los últimos dinosaurios del planeta. Mientras más sé de ellos, más me gustan. Desde chico siempre me dijeron que eran peligrosos, que nunca me acercara a ellos y cuando por primera vez vi uno, a los 9 años, él se asustó de mí y así me ha pasado con muchos. Cada vez es más difícil estar cerca de ellos y me frustra la idea de que se hayan ganado una reputación cuando en realidad son una especie benigna en comparación con otras. Los tiburones son fascinantes, tienen incluso  dos sentidos que nosotros no tenemos: ellos perciben campos electromagnéticos y también el movimiento. Ellos le dan el balance al océano, son el predador principal en la cadena alimenticia del océano; sin ellos no podremos sobrevivir. ¿Cómo no amarlos? P: ¿Por qué tomaste la decisión de enfocarte en Galápagos y la Isla del Coco?R: Ambas reservas tienen la mayor concentración de tiburones en el mundo, son maravillas del mundo submarino, ambas son reservas marinas y no están protegidas como se debe. Por eso las escogí. Lo que está pasando en Galápagos y en Isla del Coco es una metáfora de lo que está sucediendo en todas partes. La gente piensa que es más rentable explotar que proteger estas reservas. En este viaje vi hechos de corrupción, estuve expuesto a amenazas de muerte y arrestos; el viaje alrededor de quince países, tener más material del mundo submarino y darle un balance a la historia. P: Algunas personas desconocen la importancia que tiene la vida en los océanos para nuestra propia subsistencia. Como biólogo, ¿nos puedes explicar sobre esto?R: Como humanos somos parte de un ecosistema y dependemos de otras especies para sobrevivir, especies que nos proveen de alimento, que nos proveen del aire que respiramos. La vida en la Tierra viene del océano, nosotros venimos del océano. 70% del oxígeno del aire que respiramos viene de la vida en el océano. La vida en el océano es simplemente lo más importante del planeta y no podemos destruirlo de la forma en que vivimos hoy en día. P: En Sharkwater se menciona que el 90% de los tiburones ha desaparecido. ¿Cuánto tiempo hemos llevado esta depredación descontrolada?R: Treinta años. Todo empezó a masificarse en 1986 cuando la industria pesquera se dio cuenta de que la pesca ilegal de aletas de tiburón era un negocio millonario. Cada año, 100 millones de escualos mueren por el tráfico de aletas. P: ¿Crees que estamos a tiempo de salvar al 10% de la población de tiburones?R: Yo creo que sí; creo que podemos cambiar, pero tenemos que hacerlo rápido y ahora. P: ¿Qué podemos hacer para lograrlo?R: Lo principal es el conocimiento. La gente tiene que saber lo que está pasando; en general, no se sabe cuán importantes son los tiburones para nuestra propia subsistencia como especie. La presión social salvó a las ballenas de la extinción, acabó con la esclavitud, hizo que se respetaran los derechos de la mujer. La gente tiene que cuestionar al Gobierno, exigir que se proteja a los tiburones, a Galápagos, al océano. La gente tiene que ser activa, informarse de lo que pasa a su alrededor, informar a su alrededor, preparar campañas, involucrarse en investigaciones, ser voluntario, escribir y hablar en los medios de comunicación. Hoy no hay excusa para no involucrarse por el bien de nosotros mismos y del planeta. P: Como biólogo, ¿qué crees que necesita Galápagos para preservar su riqueza marina actual?R: Todo lo que se necesita es más apoyo. Galápagos es extremadamente rentable, es el principal atractivo turístico de Ecuador y muchísima gente en el mundo entero está dispuesto a pagar altas sumas de dinero para estar rodeados de tiburones y otras especies vivas en su hábitat natural. Lo que ocurre en Galápagos es porque la gente no pelea la causa a grandes escalas y está permitiendo que el Gobierno responda a la presión de la industria pesquera y no a la presión de la industria turística. Ver que ocurra eso en un país como Ecuador con tanto que ofrecer para el ecoturismo del mundo es horrible para mí y debería ser horrible para todos los ecuatorianos. Estoy seguro de que cuando la gente sea consciente de eso hará algo; esperemos que no sea tarde. P: En Ecuador hay gente que sabe lo que está pasando con las aletas de tiburón, pero que no hace nada por manifestar su descontento o desaprobación. ¿Qué les puedes decir a ellos?R: Les digo que en la historia siempre han sido individuos y las pasiones de estos individuos han cambiado al mundo; ejemplos conocidos son Gandhi, Martin Luther King y la Madre Teresa. Los gobiernos funcionan si se los usa de la manera adecuada, los medios de comunicación funcionan si la cobertura es intensa y constante. Se paró la extinción de las ballenas, podemos hacer lo mismo con el tiburón, pero hay que actuar rápido. P: Rob, ¿tienes algo que decirle a nuestro Gobierno?R: Sí, le digo al Gobierno, al Presidente de Ecuador que lo que están haciendo es solo para beneficio inmediato de la gente con poder y no para la sustentabilidad de sus reservas a largo plazo ni en beneficio de sus ciudadanos.Lo que ocurre en Galápagos es porque la gente no pelea la causa a grandes escalas y está permitiendo que el Gobierno responda a la presión de la industria pesquera y no a la presión de la industria turística”.Rob StewartFuentes: www.sharkwater.comwww.seashepherd.orgwww.wildaid.orgwww.darwinfoundation...