Un equipo que tuvo un presupuesto de casi 300.000 dólares durante la temporada 2006 es el que dio la vuelta olímpica como campeón de la Serie B y, por ende, aseguró su primera participación en la categoría mayor para el año venidero.

El Imbabura Sporting Club es el responsable de la locura y la felicidad que se desató en toda la provincia por su hazaña. Al estadio Olímpico llegaron hinchas de Otavalo, Antonio Ante, Pimampiro, Urcuquí y Cotacachi para ver su sueño futbolero  hecho realidad.

Para Luis Aguirre, empresario de Atuntaqui que preside el club, la clasificación es un premio a la lealtad de los aficionados. “Son los clientes (hinchas) que llegan al estadio los que se merecen este triunfo”, señaló el directivo, entre aplausos de la afición.

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Aguirre confiesa que en sus planes no estaba conseguir la clasificación en este año, pero  con la buena campaña dirigida por Wilson Armas, recordada figura de El Nacional y la selección, el Imbabura empezó a perfilarse como serio candidato y al final le ganó la batalla a la Universidad Católica.

Equipo embajador
El titular del club dice que no escatimará esfuerzos y que espera, con el apoyo de la ciudadanía, hacer del Imbabura una escuadra importante de la primera división.

Ese criterio lo comparte  el prefecto de Imbabura, Gustavo Pareja, quien expresa que la ciudadanía, los amantes del fútbol, deben convertirse en la principal fortaleza del equipo: “Ahora más que nunca debemos unirnos; el fútbol es un atractivo, por eso tenemos que organizarnos todos y hacer de nuestro equipo un buen embajador de los imbabureños”.

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Pero mientras Aguirre reflexionaba, la afición en las calles, plazas, mercados, en cada esquina, gritaba el nombre del club que convirtió a Imbabura en una nueva plaza de fútbol para la Serie A.

Cuando el árbitro Samuel Haro pitó el final del dramático partido, que empezó con una derrota parcial de 1-0, y acabó con goleada local de 4-1, se produjo un estallido de felicidad. La fiesta comenzó con un recorrido por las principales calles de la urbe y una concentración con música y artistas en el parque Pedro Moncayo. Se estableció el 11 de noviembre del 2006 como un día histórico para el fútbol de  Imbabura.