Por iniciativa de un guayaquileño patriota y el Archivo Histórico del Guayas, se ha creado el Mes de Olmedo, personaje que ha permanecido olvidado y menospreciado por algunos historiadores.

Hasta hace algunos años existió el Instituto Olmediano presidido por el doctor Abel Romeo Castillo e integrado por guayaquileños que reconocen los méritos del prócer José Joaquín de Olmedo, como el primer Presidente de la República de lo que hoy es Ecuador.

Una campaña cívica que despierte el espíritu libertario y autónomo que tuvo siempre Guayaquil, debe comenzar por sustituir el actual monumento del prócer guayaquileño que siempre estuvo en sitios nada recomendables de esta ciudad, por uno que represente al prócer. El actual produjo polémicas sobre su identidad desde su inauguración a fines del siglo XIX, ya que su figura es idéntica a la de lord Byron; así lo reconocen los miles de turistas que han visitado Guayaquil durante un siglo.

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Lord George Gordon Byron (1788-1824) nacido en Dover, poeta romántico de la nobleza británica, adolecía del talón de Aquiles, lo que le ocasionaba dolor en sus extremidades a los pocos momentos de permanecer de pie, y es por esa razón que permanecía sentado, y al caminar cojeaba levemente.

Presuntamente la falta de identidad de su estatua ha perjudicado su personalidad, y es necesario que la Municipalidad de Guayaquil encargue la confección de su figura como lo está en el Monumento a los Próceres de la Revolución del 9 de Octubre de 1820 en la Plaza del Centenario, de pie; y que haya personas responsables de honorabilidad reconocida que reciban el monumento si es auténtico, no idealizado por el artista.

En la actualidad, el Municipio de Guayaquil posee dinero para embellecer la ciudad y rescatar su identidad, como en este caso la estatua de José Joaquín de Olmedo y ubicar la Plaza de Olmedo en otro sitio más visible donde haya concurrencia de público que le inspire respeto.

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Ab. Gonzalo Mariscal Contreras
Guayaquil