El presidente de Bolivia, Evo Morales, promulgó la noche del lunes la ley de convocatoria a la Asamblea Constituyente, que deberá redactar una nueva Constitución, y un referendo sobre autonomías regionales, ambos actos previstos para el 2 de julio próximo.
"Estamos avanzando para cambiar un Estado colonial y un modelo neoliberal (..) que ha hecho tanto daño al país", dijo Morales en una ceremonia cumplida en el palacio Quemado de La Paz ante un nutrido auditorio, mientras afuera del recinto grupos de personas celebraban con música folclórica y vítores.
La actual Asamblea Constituyente "nos permite participar (a los indígenas y sectores excluidos) para refundar Bolivia y recuperar esta tierra para los bolivianos", agregó.
"Estamos aportando una lucha por una autoliberación" y en favor de una descentralización y autonomías regionales para desarrollar en unidad al país, expresó el mandatario.
"El modelo neoliberal nos ha dividido" entre las Fuerzas Armadas, al servicio de potencias extranjeras, y el pueblo, deploró.
Una de las propuestas de Morales es que el modelo de libre mercado sea abandonado tras dos décadas de vigencia.
El gobernante dijo sentirse apoyado por el Estado Mayor del Pueblo, una organización de bases sociales afines al gobierno, y las Fuerzas Armadas para recuperar los recursos naturales y nacionalizarlos en favor del pueblo.
"Cada boliviano debe convertirse en un soldado de la revolución democrática y cultural. Estamos apostando por una revolución democrática", clamó.
Morales urgió a introducir transformaciones en el país y expresó su deseo de que la Asamblea Constituyente permita la "refundación" de Bolivia sin exclusiones y sin privilegios, con igualdad y justicia.
Luego que Morales estampó su firma en los documentos, los asistentes entonaron el himno nacional.
La ley de convocatoria consta de 31 artículos y establece que la Asamblea -de 255 miembros- no deberá extenderse más allá de un año ni durará menos de seis meses.
Los resultados del referendo sobre autonomías regionales serán vinculantes a la Asamblea Constituyente, que será instalada el 6 de agosto en la capital boliviana de Sucre.