La presión y el grito incesante de los hinchas en un clásico no son una novedad para el volante de marca azul Gustavo  Chavo Pinto.

El jugador, nacido en Buenos Aires, asegura que esta experiencia ya la ha vivido cuando defendía a su ex equipo el Boca Juniors, con el que fue campeón de la Copa Libertadores en el 2001.

Un recuerdo feliz en clásicos fue cuando enfrentó al River Plate, en el torneo de Verano 2000. “Mi equipo ganó 2-1 y fue una experiencia de nunca olvidar. Actuar con buenos jugadores  te deja marcado para siempre, y más haber salido campeón con Boca”, agrega Pinto.

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El Chavo, quien fue apodado así por su madre, cuenta que el duelo de hoy ante Barcelona “será un partido lindo para jugarlo. Lo que se vive en la cancha, durante los clásicos, es algo muy especial”.

Las críticas que recibió Pinto durante el inicio del campeonato Apertura 2005 las tomó con tranquilidad. Nunca perdió la calma sobre el bajo rendimiento de su equipo. “Siempre tuvimos el apoyo del cuerpo técnico y de los dirigentes. Creo que con el triunfo que conseguimos el pasado domingo se trabajó con más tranquilidad”, dice.

Pinto asegura estar relajado para el compromiso, como sus compañeros. Un gol suyo abrió el camino al primer triunfo a su equipo, cuando enfrentó al Deportivo Quito. Esto hace que el argentino no descarte la posibilidad de convertir su gol  en el primer Clásico del Astillero del año.

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“Nuestro objetivo es ganar. Ojalá pueda anotar. Las individualidades en esta clase de partidos quedan a un lado, lo importante es que el plantel cumpla lo hecho en los entrenamientos para poder vencer”. Añade que si logra convertir un gol se lo dedicará a su esposa y a sus compañeros de equipo, con quienes –asegura– se está conociendo partido a partido.