Luego de un poco más de un mes de haber dado a luz a su segundo hijo, la primera dama, Lavinia Valbonesi, retomó sus actividades con una visita a su par estadounidense, Jill Biden, a fines de febrero. En este viaje que realizó a Washington pudo también reunirse con organismos internacionales para gestionar recursos técnicos y económicos y ejecutar en Ecuador su proyecto de rescate a mujeres y niños en situación de violencia para el que se fijó un plazo de quince meses.

Valbonesi conversó con EL UNIVERSO en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer y recordó que, desde su rol, quiere ser el apoyo y la voz de las mujeres ecuatorianas y trabajar en conjunto con el Gobierno y dijo recibir con agrado los comentarios sobre el precedente que está dejando para que el país cuente siempre con primeras damas activas e involucradas con lo social.

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¿Cómo fue y cuáles son los resultados de su reciente visita a la primera dama estadounidense, Jill Biden?

Tuve la oportunidad de conocer y visitar la Casa Blanca para reunirme con Jill Biden, la primera dama de Estados Unidos. Conversamos un poco de los proyectos que hemos ido trabajando, acompañando a nuestros esposos. Ella tiene una trayectoria muy larga en la política y la verdad es que también es un ejemplo ver un poco como van trabajando en otros países y como es el acompañamiento. Estoy muy feliz y orgullosa. Además, de reunirme con la primera dama, que fue la razón principal del viaje, tuvimos la oportunidad de tener diferentes reuniones con diferentes organizaciones internacionales.

¿Qué proyectos o programas veremos tras estas reuniones?

Hemos estado trabajando en un proyecto del rescate a mujeres y niños en situación de violencia. Lo fuimos a plantear, fuimos a conversar un poco con estos organismos para obtener apoyo internacional. No es un secreto que el rol de la primera dama no tiene recursos, pero sí tengo muchas, muchas ganas, un equipo maravilloso y me llena de orgullo saber que pudimos venir con las manos llenas para apoyar el proyecto.

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¿Qué comprende el proyecto que menciona?

Ahora en marzo vamos a hacer el primer lanzamiento. Es un proyecto en el que hemos ido trabajando, que tiene tres ejes: el primer eje es la educación y la prevención. Cuando estuve en campaña con mi esposo me di cuenta de que un denominador común era que muchas o la mayoría de las mujeres que veía en las brigadas médicas habían sufrido algún tipo de abuso, psicológico, sexual, físico, pero el tema es que es un tabú todavía conversarlo y ahí entra el segundo eje que junto con el Ministerio de la Mujer, con quien estoy muy agradecida por la apertura que nos ha dado, dentro de todos los centros que tienen y dentro de escuelas, colegios y universidades poder educar a esas mujeres, darle materiales para que puedan ser independientes, para que se puedan empoderar, para que no sientan que tienen que estar ahí aguantando y sufriendo porque es la única opción para salir adelante, sino que se den cuenta de que como mujer tienen voz, tienen derechos y el Gobierno de mi esposo va a trabajar incansablemente por ellas. Y la tercera fase, que es la que a mí más me mueve y me emociona, es que hay muchos niños que son resultados de abusos y a esas madres les cuesta tenerlos y se van hasta las cárceles y terminan siendo víctimas de violencia y quiero crear un primer centro de acogida para niños en un plazo de quince meses y con la ayuda de los diferentes ministerios y autoridades poder, a largo plazo, encontrarles una casa y permitirles conseguir ese amor de un hogar que tanto se merecen.

¿Qué para este programa?

Bueno, aprovechando este viaje a Washington, estoy muy feliz de poder decir que contamos con recursos técnicos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), también de la Panamericana Development Foundation (PADF), nos van a dar recursos técnicos y recursos económicos no reembolsables. Además, también estamos concretando recursos financieros no reembolsables de parte del Banco Mundial. Así que me llena de mucha emoción porque tenemos mucho trabajo que hacer en las casas, en los centros y crear este primer centro de acogida que he mencionado.

Usted resalta este apoyo que se quiere dar a las mujeres en el Gobierno, pero vemos que no dejan de registrarse casos realmente duros de niños asesinados y mujeres derivados de violencia, ¿cómo piensa que puede colaborar para que se haga justicia?

En campaña, cuando conversamos con todo mi equipo y veíamos en qué tema puedo ser un apoyo, nos dimos cuenta de que las necesidades que tienen las mujeres aquí son sumamente altas. Según los números del INEC, siete de cada diez mujeres han sido víctimas o son víctimas de violencia y es un círculo vicioso. Hay mucho miedo y piensan que no tienen apoyo, pero este es un Gobierno que va a dar mucho apoyo, está trabajando, los ministerios están trabajando. No solo las mujeres adultas terminan siendo víctimas de este tipo de abuso, sino también los niños, es sumamente doloroso, es algo que me mueve y me duele el pecho y por eso estoy tan comprometida con esto. Los niños no tienen voz y los niños tienen miedo y los niños sienten culpa.

La primera dama de Ecuador, Lavinia Valbonesi, mantuvo un encuentro en la Casa Blanca con la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden. Foto: Tomado de X (@Adnecuadorok)

Este 8 de marzo se conmemora el Día de la Mujer, ¿qué tiene previsto realizar en esta jornada?

En esta fecha tan importante lo quiero decir es que estoy lista para ser su apoyo, ser su voz. Quiero que ellas sepan y sean mucho más conscientes de que podemos ser el sexo delicado, pero no somos el sexo débil. Somos capaces de hacer todo lo que nos propongamos porque lo hacemos con mucho amor, con mucha pasión y es algo que creo que nos caracteriza a todas las mujeres.

Usted se está convirtiendo en un referente para las mujeres jóvenes, madres jóvenes y mujeres en general, ¿cómo han sido estos primeros meses en este rol que muchas veces ha sido cuestionado o ha pasado desapercibido?

Definitivamente ha sido un reto. Es difícil trabajar cuando no tienes los recursos, pero afortunadamente tengo el apoyo de mi esposo. Y es la verdad que en gobiernos anteriores, la primera dama no ha tenido verdaderamente un rol, pero creo que eso es lo que hace este Gobierno tan especial, que todos tienen un mismo propósito. Aquí no se trata de la primera dama o quien sea que venga, se trata de trabajar en conjunto para cumplir con ese propósito que es el bien del país.

¿En entrevistas concedidas a medios internacionales usted comentó que ve a su esposo gobernando hasta por una década?

Quiero aclarar eso porque se malinterpretó un poco. Este Gobierno, dada la situación en la que fue, no cuenta. Entonces, si es que mi esposo logra la reelección, puede reelegirse una vez más legalmente, ya que cumple con todos los estatutos de la ley. Yo creo que él mientras tenga toda la energía, porque es un trabajo que demanda mucho esfuerzo, y como lo dije en campaña, nosotros como familia tenemos mucho más las de perder que de ganar, pero hay las ganas de servir verdaderamente al país. Nosotros somos padres jóvenes, él tiene muchas ganas y toda la capacidad, es un hombre sumamente preparado y mientras los ecuatorianos lo sigan queriendo, que yo estoy segura que sí, nos va a ir bien a todos.

Al pensar en una década de gobierno justamente es inevitable no compararlo con otras décadas de gobierno pasadas y que no terminaron tan bien...

La diferencia de él con los gobernantes anteriores es que él verdaderamente viene a este puesto a servir y no a lucrarse él mismo.

Pasando un poco a la familia presidencial, ¿cómo están luego del nacimiento del bebé, la vemos ya totalmente activa, cuándo volverán a Carondelet?

Estamos turnados, seguimos en nuestra casa fija, que es aquí en Guayaquil, pero estoy donde necesiten que esté. Yo no tengo un puesto fijo, mi esposo obviamente sí, porque él es el gobernante aquí, yo lo estoy acompañando y lo estoy apoyando y estoy donde este me necesita. La verdad es que tengo un equipo maravilloso que lo hemos ido armando poco a poco y no con recursos del Gobierno. Y mis hijos, Alvarito está completamente acostumbrado, él es feliz, es un niño que siempre lo tengo en mucha actividad y yo trato de organizarme bastante mi agenda a base de él, para Daniel es un poco más complicado, pero yo sí trato de estar en los momentos importantes. Y Furito, mi hijo pequeño, es un sol, es como un relojito se levanta cada tres horas y eso me permite estar, ir, venir y acomodar mi tiempo según las necesidades de mis hijos. Creo que me van a ver ir y venir, estaré en mi casa y también en el Palacio, que también es mi casa.

La primera dama, Lavinia Valbonesi, en una visita a comunidades de Los Ríos afectadas por las lluvias. Foto Cortesía

¿Cómo fue este cambio, pasar de una influencer de nutrición a la primera dama de Ecuador?

Fue un cambio muy radical, pero puedo decir que es un honor. Este rol me da la oportunidad muy grande de poder hacer un impacto positivo. Mi vida cambió por completo, las redes sociales ya son lo mismo, uno se tiene que cuidar mucho más, porque por más que uno dice no a una cosa te lo malinterpretan. Las asesorías de nutrición, por obvias razones, no las puedo hacer, pero no me quejo la verdad. Daniel dice que yo soy la que más lo está disfrutando, porque la verdad me encanta y estoy trabajando en un proyecto que me mueve completamente. Yo como influencer tengo muchísima exposición, la primera dama joven, la primera dama influencer, entonces quiero transformar esa exposición y usarlo de una manera mucho más positiva para apoyar a mi esposo.

Este rol activo que vemos en usted, ¿cree que va a sentar un precedente para las futuras primeras damas que tenga el país?

Me emociona mucho poder poner un antes y un después en el rol de la primera dama. Me emociona mucho crear ese precedente porque al final del día no es un trabajo para lucrarse, si no es un trabajo para servir. Si lo mío va a poder ayudar a diferentes primeras damas, que lleguen a esta posición, a trabajar más por el país, más por esas mujeres, más por esos niños. La verdad que para mí es un honor inmenso y mientras sea un buen ejemplo para bien, quien no se siente halagado. (I)