Benazir es el dúo guayaquileño que explora géneros musicales únicos en la escena, como el ‘indie folk’, ‘shoegaze’ y ‘dream pop’

Cuando dos personas se encuentran y se juntan para hacer música, todo puede pasar.

El caso de Sebastián Cepeda y Belén Orellana es algo excepcional, pues ambos lo hicieron sin tener algún conocimiento profesional musical previo, y a pesar de eso han logrado por completo poder transmitir sonidos nuevos para los oídos ecuatorianos.

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Y es que los guayaquileños que integran Benazir empezaron en plena pandemia de COVID-19 a construir desde cero las cuatro producciones discográficas que figuran en su repertorio. Los dos tenían 20 años de edad cuando iniciaron, ahora tienen 24.

“Creo que fue en marzo del 2022 que sacamos Estética. Esa fue nuestra primera canción y empecé haciendo la producción de esta aquí en mi casa en una laptop y le dije a Belén si quería cantar, porque a ella sí le gustaba pero jamás consideró hacerlo en serio. Nos gustó ese sencillo y decidimos hacer más, que luego formaría parte de nuestro primer EP llamado Confort intangible Vol. 1. Ya de ahí no paramos nunca hasta ahora″, confiesa Sebastián en un entrevista concedida a Diario EL UNIVERSO.

¿Cómo fue hacer esa primera canción en medio de la pandemia? ¿Qué sintieron?

Sebastián: Bueno, yo tenía mucho tiempo que quería hacer un proyecto personal. Entonces, creo que en ese sentido la pandemia fue el mejor momento porque tuve todo el tiempo del mundo para estar encerrado en mi cuarto ocho horas al día o más haciendo música. En un lapso de dos meses alcancé a hacer seis canciones. Algo en lo que sí nos afectó obviamente la pandemia fue el tema de la grabación de las voces, porque yo no tenía equipos para grabar. Una vez que se normalizó un poco más la cosa pudimos comprar equipos y armar un proyecto un poco más profesional.

Belén: Yo me moría de vergüenza, entonces era complicado y por eso se atrasaba un poquito el proceso, porque grababa mi voz en horas de la madrugada cuando nadie estaba despierto para escucharme, pero fue una buena experiencia. Creo que nunca nada del proyecto lo he hecho sola, por ejemplo, tengo una idea para la línea gráfica y Sebastián las sabe incorporar. Lo hemos manejado todo en conjunto.

Ambos admiten que la práctica fue complicada ya que ninguno tenía entrenamiento musical ni vocal. “Todo fue autodidáctico. Yo comencé a tocar la guitarra en serio cuando tenía 13 años y realmente nunca fui muy diestro con esta, pero me di cuenta DE que lo mío siempre fue componer. Yo podía imaginarme cómo quería que fuera una canción, y una vez que aprendimos de producción musical con la experiencia, entendí cómo hacerlas desde lo técnico, armónico, teórico, y melódico desde la computadora.

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El estilo musical de Benazir

“Definitivamente se fue dando cada cosa, y transformando con el tiempo según lo que nos iba gustando musicalmente. Yo tenía muy claro lo que quería hacer y eso era hacer sonidos bastante electrónicos y experimentales. Una vez que lo logramos dije ‘bueno, la verdad es que esto no va para más y lo voy a dejar un rato’. Luego de un tiempo me enganché con otros estilos musicales”, comenta Sebastián.

Así es como han pasado por distintos géneros, como el rock alternativo, indie folk, dream pop y shoegaze.

Tienen varios referentes e inspiraciones al momento de hacer música, entre estos están artistas como My Bloody Valentine, Slowdive, Sweet Trip y Charli XCX.

Pero Animal Collective es la agrupación que siempre tienen presente. “Depende del proyecto, sin embargo, para mí, esa banda es el faro musical de mi vida. Todo lo que hacen me parece perfecto y cuando se trata de folk sé que puedo recurrir a ellos para inspirarme, asimismo cuando se trata de música psicodélica o lo que sea, siempre puedo volver a ellos”, afirma de manera efusiva Sebastián.

¿Qué significa Benazir?

El singular nombre con el que bautizaron su proyecto tiene un significado especial. Sebastián cuenta que lo eligieron por ser el nombre de Benazir Bhutto, la primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra de un país musulmán y quien dirigió Pakistán en dos ocasiones.

Esta palabra en árabe significa auténtico, original e incomparable. “Algo nunca antes hecho. Yo leí la historia de ella y me sentí bastante inspirado. Era el nombre perfecto, a nosotros nos gusta y así se quedó”.

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Los dos son pareja dentro y fuera de los escenarios, pues se conocieron mientras estudiaban en el colegio. Desde ese entonces llevan casi ocho años juntos.

“Nos conocemos desde chiquitos, pero fue cuando nos pusieron en una clase a los quince que nos hicimos cercanos. Un día nos tocó hacer un trabajo de matemáticas en duplas y ese fue el momento que nos convertimos en mejores amigos. Al año ya éramos novios”, expresa Belén.

Parece ser que ambos estaban destinados a ser un dúo para siempre.

Durante su tiempo como estudiante, Sebastián formó parte de Catalyst, una banda alternativa de pop rock con influencias ochenteras que creó junto con sus amigos en el 2016, hasta el 2019, año en el que se graduaron.

Ahora, él se dedica a la producción musical para otros artistas, en su estudio La Loma Records. Ahí es donde graba, mezcla y masteriza canciones, junto con Klaus Rose.

“Primero producíamos para gente que nosotros conocíamos o artistas que recién estaban empezando. Con el tiempo pasamos a colaborar con algunos que ya tenían canciones afuera, como Javier Calderón y Juan Verlán. Ahora estamos trabajando con una banda local llamada Los Guayakanes”, menciona.

Belén, por su parte, es diseñadora gráfica y maquilladora profesional.

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El último proyecto de Benazir

Cisabac, su más reciente disco de estudio estrenado el 21 de septiembre del 2023, es una producción de quince temas completamente de shoegaze, un género musical poco explorado en el Ecuador. Este es un estilo del rock que se caracteriza por tener un sonido en el que las distinciones entre los instrumentos distorsionados y las voces son borrosas.

El concepto de este es despedirse, habla de terminar una etapa de la vida y aceptar con gracia ese final. Hay un tiempo de vida para cada proyecto o idea artística y no pasa nada si estos llegan a su fin. “Parece un disco triste, pero realmente no lo es”, explica Belén.

Telaraña, el tercer single del álbum, es la canción preferida de ambos, pues consideran que es uno de los sencillos donde mejor pudieron transmitir el sentimiento de cómo querían que sonara en realidad.

Es precisamente con Cisabac que se despiden de Benazir, pues a pesar de que seguirán con presentaciones en vivo, ya no sacarán más música. Así lo decidieron los dos.

Cerca de finalizar el 2023 con más de 33.000 reproducciones en Spotify en más de 60 países por todo el mundo, y luego de cuatro años de la creación del proyecto, Benazir significó posibilidades. “Era la posibilidad de poder expresar todo lo que quisimos musicalmente y líricamente. A pesar de que cerramos esta etapa, sigue siendo algo tan personal y tan nuestro”, relatan.

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Benazir en concierto

El dúo tiene previsto tocar la noche de mañana, viernes 22 de diciembre, en Diva Nicotina (escalón 10, cerro Santa Ana).

A las 22:00 tocarán por primera vez frente a un gran público, pues previamente han tenido presentaciones relativamente pequeñas. “La invitación para el concierto fue porque Lalo Hidalgo me escribió un día diciendo que le enseñaron nuestra música, le gustó mucho, y por eso quería que participáramos”, declara Sebastián.

Frescura sonora es el nombre del show que los reunirá en el escenario con otros talentos locales, como Lorenzo Once y Marte y Jaguar.

Entradas: preventa $ 5; en puerta $ 10. Puede adquirirlas a través del sitio web de Ticket2go. (E)