Sin duda es importante la integración internacional de nuestro país a un bloque como la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que tiene el propósito de hacer un solo frente de diálogo político, económico y otros temas con la Unión Europea (UE) y otros grupos o países del mundo. Es necesario evaluar el resultado de esta organización, para lo cual tomó la reunión cumbre ocurrida del 17 y 18 de julio de 2023, en Bruselas, capital de Bélgica, a la que asistió el presidente Guillermo Lasso y un grupo del Gobierno. Participaron los presidentes, vicepresidentes y ministros de Relaciones Exteriores de los 33 países miembros.

China no es la única opción para América Latina

La CELAC fue creada mediante la firma de la Declaración de Caracas-Venezuela (2010), para concertación política e integración de los países miembros, se seleccionó como copresidentes al expresidente de Venezuela Hugo Chávez y al expresidente de Chile Sebastián Piñera, con el fin de establecer diálogos con la UE, Federación de Rusia, China, República de Corea, Japón, Estados Árabes del Golfo y Turquía.

La declaración UE-CELAC tiene 41 puntos, la mayoría son repeticiones de declaraciones anteriores y ratificaciones sobre resoluciones de la ONU, respecto a soberanía, derechos humanos, conservación de la naturaleza y apoyo a los países subdesarrollados.

Desigualdad en el paraíso

Destaco los numerales: 11. Poner fin al bloqueo comercial, económico y financiero a Cuba, y no calificarla como promotor del terrorismo; 13. La UE toma nota de la aspiración de Argentina sobre las Malvinas y la solución pacífica de las controversias; 15. “Expresamos nuestra profunda preocupación por la guerra en curso contra Ucrania, que sigue causando un inmenso sufrimiento humano” y por la libre exportación de cereales a través del mar Negro (controlado por Rusia); 38. Preocupación sobre la situación humanitaria y de seguridad en Haití; 39. Apoyo al proceso de paz en Colombia entre el Gobierno y las FARC-EP.

Se puede apreciar que esta organización está orientada a los siguientes objetivos políticos: No señalar a Rusia como invasora de territorios en Ucrania y bloqueadora del mar Negro, ruta de las exportaciones de cereales al mundo; revindicar el desbloqueo económico de Cuba por parte de los EE. UU., pero no la libertad del pueblo cubano sometido al gobierno del Partido Comunista; validar el acuerdo de paz firmado en Cuba, que permitió a las FARC-EP negociar de igual a igual con el Estado colombiano, que paradójicamente ha permitido el incremento de áreas de sembrado de coca y de la producción de cocaína. El objetivo de integrarse para hacer un bloque económico regional solo queda escrito en sendos documentos de manifiestos idealistas de preocupaciones.

La realidad de Latinoamérica y nuestro país es el incremento de la inseguridad jurídica, alimentaria, emigración, inflación, riegos financieros, obstáculos en el flujo de productos, inestabilidad política y decrecimiento económico. Ojalá se reoriente el propósito progresista y objetivos de la CELAC, sino la asistencia del presidente y delegación ecuatoriana fue y seguirá siendo un paseo pagado con los escasos fondos públicos, y a la popa de la agenda. (O)