El video grabado por Adolfo Macías Villamar, alias Fito, jefe de la banda Los Choneros, que fue compartido por redes sociales la semana anterior, y en el que habla de un supuesto acuerdo de paz entre bandas, confirma que el uso de celulares y el acceso a internet sigue siendo una constante incluso en cárceles de máxima seguridad como la Regional de Guayaquil, donde él permanece desde hace once años purgando varias penas.

En el sistema de la función Judicial constan 29 procesos en su contra por delitos como asesinato, delincuencia organizada, asociación ilícita, homicidio, ingreso de artículos prohibidos y tenencia de armas.

Pero ni el nivel de peligrosidad de Fito ha llevado a las autoridades a realmente aislarlo del mundo exterior. Según una fuente interna, el jefe de Los Choneros siempre está conectado, sabe todo lo que pasa y da órdenes.

Publicidad

No es el único, muchos de los más de 30.000 reos que hay en Ecuador podrían estar conectados a internet si pagan por el servicio.

Daniel Salcedo no es el único interno 'tiktokero': en varias cárceles del país se suben videos a redes sociales

Esta semana algunos familiares de las personas privadas de libertad (ppl) revelaron que adentro se pueden comprar teléfonos (desde $ 300 hasta $ 3.000, depende el modelo), pero además del pago por el equipo hay que cancelar semanalmente una guardia (un permiso para tener celular), que cuesta entre $ 40 y $ 50.

No obstante, en cada requisa les quitan los celulares, por eso hay también la posibilidad de acceder a una “cabina”, es decir, alquilar el teléfono de otro recluso.

Publicidad

Por ese servicio, que es limitado, se paga hasta $ 10 semanales, dijeron, pero también hay que hacer al menos dos recargas a la línea que usa el reo, indicó una persona que buscaba información afuera de la Penitenciaría, donde el fin de semana pasada fueron asesinados 31 reclusos.

Marihuana, armas, cartuchos y repetidoras de internet fueron decomisados en cárcel de mujeres de Guayaquil

Dentro de las cárceles hay decenas de repetidoras y módems de internet que son usados por las bandas para captar la señal de la antena más cercana y navegar por internet, mencionaron los familiares de los presos.

Publicidad

El video de Daniel Salcedo bailando ante la cámara se difundió en redes sociales.

Pero no solo usan este servicio para conectarse con sus familias o dar órdenes. Incluso algunos ppl llegan a ser tiktokeros, como fue el caso de Daniel Salcedo, quien fue procesado por corrupción en los hospitales. Él grabó varios videos cuando estaba preso en Quito. En algunas imágenes se lo vio bailando con sus compañeros. Los videos se viralizaron en enero del 2021.

El sistema carcelario del país está desde la semana anterior con un estado de excepción por 60 días, eso permite la intervención militar y policial en las cárceles, donde la semana pasada hubo disturbios por supuestos conflictos entre bandas delictivas.

Pero ¿cómo en las cárceles sigue habiendo acceso a internet y llamadas?

Solo dos prisiones de las 36 que hay en Ecuador cuentan con inhibidores de señal de internet y de cobertura celular. Estas son la cárcel de Turi, en Cuenca, y la de El Inca, en Quito.

El resto de centros carcelarios no tienen restricciones y si los reos se las ingenian para ingresar celulares pueden captar la señal y hacer llamadas.

Publicidad

Esto se reveló hace nueve meses en la Asamblea Nacional, en un proceso de fiscalización que quedó inconcluso tras la muerte cruzada.

Entonces se conoció que desde el 2018 el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y Adolescentes Infractores (SNAI) no ha solicitado la colocación de inhibidores en los centros carcelarios.

Así lo aseguró Daniel Montúfar, coordinador técnico de la Agencia de Regulación y Control de las Telecomunicaciones (Arcotel), quien considera que la instalación de esos dispositivos sí es un método eficaz, pero no el único, porque hay muchos más.

El funcionario añadió que en las cárceles que están alrededor de los centros urbanos no se recomienda colocar inhibidores porque afectan a sectores aledaños. Esta falta de servicio telefónico se da 5 kilómetros alrededor de El Inca y hay quejas de vecinos.

Otra posible solución expuesta en la Legislatura para las cárceles de Guayaquil (Penitenciaría y Regional) era pedir a las operadoras telefónicas bajar la intensidad de la señal, pues Benjamín Cajas, enlace entre la Policía Nacional y el SNAI, reveló que hace un año un equipo de esta última entidad hizo un levantamiento de información y se determinó que la señal de las frecuencias de las operadoras telefónicas Movistar y Claro a la Penitenciaría de Guayaquil es demasiado alta, porque las antenas están dirigidas al centro carcelario.

Pero Paulina Falconí, representante de las telefónicas, respondió que la inhibición en los centros penitenciarios es una responsabilidad del SNAI. (I)