Es posible que la vitamina K sea una de las que menos se habla y es tan importante que gracias a ella las proteínas relacionadas con la coagulación de la sangre pueden sintetizarse; en otras palabras, si falta en el organismo, la persona puede sufrir de un derrame cerebral así como de otros problemas de salud graves.

El portal Merk Manual explica que la deficiencia de la vitamina K es algo más común en los bebés, en especial en aquellos que están siendo amamantados; es por ello que todos los recién nacidos deben recibir una inyección de esta vitamina.

La manera más segura de confirmar este diagnóstico es a través de un análisis de sangre que permita revisar qué tan rápido se forman los coágulos de sangre. Una vez corroborado, para corregir esta deficiencia la persona debe someterse a un tratamiento de suplementos tomados por vía oral o inyectados vía subcutánea.

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Foto: Istock

¿Cuáles son los síntomas de deficiencia de vitamina K?

  • Hemorragias: cuando la sangre está muy líquida, las personas puede sufrir hemorragias; por ejemplo, un pequeño corte puede resultar ser un grave problema, ya que será muy difícil detener la hemorragia, reseña Mejor con Salud.
  • Sangrados irregulares: al faltar la vitamina K, la persona puede presentar hemorragias nasales, hemorragias intestinales e incluso un sangrado más abundante y prolongado durante el periodo menstrual, explica el portal Centro Dietético.

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  • Hematomas en el cuerpo: es posible que aparezcan hematomas debido a que la sangre se acumula como consecuencia de una hemorragia. Visto desde un punto de vista positivo, los hematomas avisan de que hay un bajo consumo de vitamina K.
  • Síndrome purpúrico: ocurre cuando empiezan a aparecer manchas púrpuras o rojas en algunas zonas del cuerpo y esto pasa por el amontonamiento de sangre en esos lugares. En comparación con los hematomas, estas manchas no desaparecen. Los tobillos suelen ser el sitio más común.
  • Calcificación excesiva en las articulaciones: esto ocurre porque la vitamina D sirve de conductor para que la vitamina D se sitúe en los sitios adecuados. Si esta vitamina falta, la D se acumula en las zonas equivocadas como las articulaciones y los cartílagos, haciendo que el movimiento se dificulte.

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