Después de una larga dictadura de once coronas consecutivas del Bayern Munich -récord absoluto en el primer mundo futbolístico-, por fin la Bundesliga parece estar cerca de celebrar el advenimiento de un nuevo campeón. Tan nuevo que nunca ha levantado el trofeo en 120 años de vida. Se trata del Bayer Leverkusen, que, a falta de doce fechas, lidera el torneo alemán con 10 puntos de ventaja sobre el club de Beckenbauer y Gerd Müller. Aún le falta una docena de compromisos difíciles, pero parece difícil -por su aceitado funcionamiento, su juego vistoso y efectivo- que se caiga de aquí al final. No obstante, su lucha en tres frentes, con altas posibilidades en todos, les deja a sus hinchas una sensación de vértigo, un cosquilleo ambiguo. Todos quieren conquistar por primera vez la Bundesliga y ser los héroes que pusieron fin a la seguidilla del Bayern, pero están tan próximos a obtener la Copa de Alemania (en semifinales enfrentarán al Fortuna Dusseldorf, equipo de segunda división), y tan bien encaminados en la Europa League (en octavos de final), que empiezan a bascular entre la euforia de ganar todo y el miedo de perderlo todo.

El modelo City aplasta al modelo United

Porque sueñan con el triplete y para ello restan 21 partidos. A la posible fatiga mental y física se une el temor por las lesiones. Ya hay una primera baja importante, la de su goleador Víctor Boniface. El nigeriano deberá ser operado y faltará justo en la parte más decisiva de la temporada. Lo que tranquiliza a directivos, cuerpo técnico, jugadores y aficionados es el aplastante andar del cuadro rojinegro. Va invicto en 34 juegos en este curso 2023-2024. Hasta ahora venció en los cuatro choques por la Copa de Alemania con 19 goles a favor y 5 en contra, en los seis de la Europa League también con 19 conversiones y apenas tres caídas de su valla y en la liga lleva 20 victorias y 4 empates con 61 goles marcados y 16 recibidos. En el campeonato ya se cruzó las dos veces con el Bayern y fue empate a 2 y triunfo 3 a 0.

Primero la observación, luego la estadística

¿Cómo comenzó todo…? Con un estrepitoso arranque en la Bundesliga 2022-2023. Cinco derrotas en los ocho duelos iniciales determinaron la salida del técnico suizo Gerardo Seoane. El presidente ejecutivo escogido por la compañía farmacéutica Bayer -propietaria del club-, el español Fernando Carro, se la jugó por un compatriota que había dado sus primeros pasos en la función en el filial de la Real Sociedad: Xabi Alonso. El exmadridista asumió de inmediato y tuvo un estreno que sería premonitorio: golearon 4-0 al Schalke 04. Un cambio de timón oportunísimo. Conseguirían otras doce victorias para finalizar en puestos europeos. A fin de ciclo Xavi hizo una profunda renovación del plantel -sacó doce futbolistas e incorporó once- y el conjunto floreció aún más hasta tornarse la sensación de Europa. Tiene con los jugadores un trato parecido al de Jürgen Klopp, una especie de hermano mayor, y se ha ganado el respeto de ellos. Hoy, Xavi es el entrenador más codiciado del continente. Bayern Munich y Liverpool suspiran por el vasco. Su futuro para la próxima temporada será una de las bombas del verano europeo junto con el de Mbappé. ¿Seguirá en Leverkusen…?

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Heroico Liverpool con juveniles

Xabi ha impuesto un estilo de pases “a lo Barcelona”, muy efectivo y visualmente muy bonito, tanto como contundente, esto último ratificado en el +75 de diferencia de gol: han anotado 99 y sufrido solo 24 desde el inicio de los torneos. Una eficacia asombrosa. El colectivo es lo más resaltante del Leverkusen, pero se basa en varias individualidades brillantes. “Xhaka, el suizo llegado del Arsenal, y el argentino Exequiel Palacios son los dueños del medio campo, en ellos comienza todo -dice Abel Volkner, periodista peruano-alemán-. Ha sido fundamental la incorporación del español Grimaldo, una locomotora en la banda izquierda, que se puede mandar al ataque porque está bien cubierto por Hincapié. El joven Wirtz, de 20 años, es la revelación, muy hábil e inteligente, de juego poco alemán, y Tah, un central grandote, muy firme en defensa, sobre todo de alto. Ellos son las columnas del equipo”.

Spencer y diez más

El club puntero de Alemania pertenece en un ciento por ciento a la Bayer, la multinacional alemana de las aspirinas, el Redoxón y el Alka-Seltzer. En Alemania rige la famosa regla del 50+1 que establece que, si un club desea jugar en primera o segunda división, la mitad más uno de la propiedad debe pertenecer a los socios, o sea, a los aficionados. Sin embargo, hay dos excepciones, que son el Bayer Leverkusen y el VfL Wolfsburgo (de Volkswagen), ya que fueron fundados por trabajadores de sus respectivas compañías propietarias y han sido financiados por esas empresas durante un periodo mayor de 20 años.

Chelsea y Caicedo se regalan una sonrisa

Pese a tener Alemania un centenar de empresas de importancia global como Lufthansa, Mercedes Benz, Adidas, Puma, DHL, Allianz, Air Bus, Siemens, Basf, Volkswagen, Boehringer y tantas otras que desearían entrar en el fútbol y podrían agigantar su poderío, los aficionados se oponen a que se adueñen de sus clubes. “El espectador alemán tiene tradicionalmente una estrecha relación con su club”, afirmó en 2016 el director general del Borussia Dortmund, Hans-Joachim Watzke, defensor a ultranza de la regla 50+1. “Y si tiene la sensación de que ya no es un aficionado sino un cliente, tendremos un problema. La mayoría de los clubes no conseguirán un Roman Abramovich, que en primer lugar quería ver ganar al Chelsea. La mayoría de los inversores quieren ganar dinero. ¿Y de dónde lo obtienen? De los espectadores”.

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¿Quién miente sobre Moisés Caicedo…?

No obstante, la Bayer jamás hizo valer su poder económico para prevalecer en el fútbol. Sí ha sido, el Leverkusen, un prolífico descubridor y formador de talentos. Vuelve Abel Volkner: “Entre los grandes del Leverkusen están Michael Ballack y Toni Kroos, quienes pasaron luego al Bayern, pero este club es conocido como el más latino de los equipos alemanes. Cuando nadie miraba hacia Sudamérica, el Bayer trajo a Tita, aquel que jugaba en Flamengo con Zico. Y luego llegaron cantidades: los brasileños Jorginho, Lucio, Juan, Emerson, Zé Roberto, Paulo Sergio, Paulinho, Renato Augusto, Roque Junior, Cris… Los chilenos Arturo Vidal y Charles Aránguiz, los mexicanos Chicharito Hernández y Andrés Guardado, los argentinos Placente y Alario… Y siempre dieron resultados. En Alemania no querían sudamericanos, pensaban que eran un problema, pero ahora ven que en la Premier League hay 60 futbolistas de América del Sur. Y destacan. El Bayer fue el que hizo punta”.

Leverkusen es una pequeña ciudad de 160.000 habitantes cuya vida está íntimamente ligada a la empresa conocida mundialmente. “Está muy pegada a Colonia, que tiene una gran tradición futbolística. Los hinchas del Colonia desprecian en buena medida al Leverkusen, lo consideran algo menor, dicen que es un equipo plástico porque pertenece a una empresa y que el clásico de ellos es con el Borussia Monchengladbach, pero el Leverkusen en los últimos años le para ganando siempre al Colonia, es mucho más fuerte futbolísticamente”, agrega Abel, quien en ocasiones oficia de traductor en la Bundesliga para los jugadores hispanohablantes. Justamente el domingo el once de Piero Hincapié le ganó 2 a 0 a domicilio al Colonia.

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Los hinchas alemanes también son ruidosos, pero no tienen cantitos. De estar en la Argentina, los del Bayer ya estarían entonando el consabido “Aspirina campeóóón, Aspirina campeóóón, lo frenaste al Bayern y te alentamos de corazóóón…”. (D)